Podemos decir sin miedo a equivocarnos que este plato es el sueño húmedo de Popeye. Un tartar de espinacas listo para aportar a tu cuerpo las propiedades nutritivas de esta verdura de hoja verde.
Sus vitaminas, minerales y fibras favorecen nuestro sistema muscular y nervioso. Y sí, tienen mucho hierro, pero conviene acompañar su ingesta con alimentos que tengan vitamina C para que el cuerpo absorba este mineral.
En esta receta la espinaca es la absoluta protagonista. La tenemos en dos texturas, cruda y cocida con el aliño de una salsa de yogur natural. Una elaboración rápida, sencilla, rica y de lo más vistosa.
Índice de contenidos
Ingredientes del tartar de espinacas
Estas cantidades están pensadas para dos personas como plato principal o para cuatro en plan aperitivo:
- Espinacas frescas lavadas: 500 gramos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra molida: al gusto
- Sal Maldon o similar
- Semillas de sésamo: dos cucharadas de café
- Yogur natural: dos
- Jengibre: un trozo
- Perejil picado: dos cucharadas de café
Cómo hacer un tartar con espinaca
- Hervimos las espinacas en agua con sal durante unos 10 minutos. Reservamos unas pocas hojas para decorar al final.
- Mientras tanto, vamos a preparar una salsa de yogurt. Colocamos en el vaso de la batidora dos yogures naturales, cuatro cucharadas de aceite, un poco de jengibre, pimienta negra al gusto y un par de cucharaditas de perejil picado. Batimos bien todo hasta obtener una salsa líquida.
- Colamos las espinacas ya hervidas y las escurrimos bien.
- En una sartén con un poco de aceite salteamos las espinacas, a las que echamos un poco de pimienta negra molida y unas semillas de sésamo. Reservamos.
- Emplatamos con un molde de cocina que rellenamos con las espinacas, compactándolas para que cojan la forma. A su alrededor podemos verter la salsa de yogurt restante.
- Encima del todo, a modo de cúpula, colocamos las hojas lavadas de espinacas que habíamos reservado y las sazonamos con aceite de oliva unas escamas de sal.
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