Si eres un amante del queso y el vino, ese tándem tan bien avenido, pero estás aburridos de presentarlo siempre de la misma forma, esta receta de tartar de queso al vino blanco seguro que te seducirá.
Es una interesante mezcla que busca tanto el contraste como la complementariedad. El queso frente a las crujientes frutas y nueces, el lado cremoso frente a la refrescante acidez, y todo con un toque ligeramente picante.
Una manera distinta, original y elegante de presentar en la mesa un clásico de nuestra gastronomía.
En función del queso que escojas, que ha de ser lo suficientemente duro para poder cortarlo en trocitos sin quedar hecho una pasta, deberás elegir el mejor vino para acompañar a un tartar cuya preparación es bien sencilla.
Se trata de una elaboración que puedes dejar preparada con antelación, por lo que es ideal para cócteles y cenas con invitados.
Índice de contenidos
Ingredientes del tartar de queso
Estas cantidades de tartar de queso están pensadas para dos personas como plato principal o para cuatro a modo de entrante:
- Queso firme (*): 250 gramos
- Pera asiática: una amarilla o marrón
- Manzana: una Honeycrisp o similar
- Chalotas: una mediana
- Tomillo fresco: un par de ramitas
- Aceite de oliva: 3 cucharadas soperas
- Vino blanco, sidra o brandy de manzana: 1 cucharada
- Zumo de medio limón
- Nueces o pacanas: 3
- Mostaza: al gusto
- Pan tostado o de cristal
(*) Nota: El queso firme puede ser manchego, Grana Padano, Cheddar inglés, Pecorino italiano, etc…
Cómo hacer un tartar con queso
- Cortamos el queso, la pera y la manzana en cubos de 1 cm.
- Picamos finamente la chalota y el tomillo fresco.
- Troceamos las nueces o pacanas.
- Mezclamos todo y aliñamos con el aceite de oliva, el vino blanco, el zumo de limón y la mostaza.
- Usamos un molde para servir el tartar.
- Acompañamos de unas rodajas de pan tostado o pan de cristal.