Las navajas son un molusco que se consume mucho a la plancha o en conserva y del que no se suele hacer tartar, pese a que su carne consumida fresca es todo un placer. Aquí vamos con una receta de tartar de navajas de Javi Izarra, que lo presenta servido sobre una lámina de calabacín.
Sin complicaciones, con pocos ingredientes y buscando primar el sabor de la navaja.
A mucha gente no le gusta comer navajas por la arenilla que a veces se encuentra en ellas. Antes de comenzar con la receta te vamos a dar un truco para resolver este problema.
Colocamos las navajas haciendo pie sobre la base de un recipiente que llenaremos de agua y al que echaremos sal. Así expulsarán la arena ellas solas. Cuando veamos que lo han hecho, las sacamos del recipiente para que no vuelvan a absorberla. Y listo.
Índice de contenidos
Para hacer el tartar como plato para dos personas o como entrante para cuatro comensales necesitaremos:
- Navajas frescas: 12
- Calabacín
- Tomillo limonero
- Perejil
- Tomate seco
- Puerro
- Naranja
- Limón
- Sumergimos en agua hirviendo las navajas durante sólo 10 segundos.
- Separamos la carne del caparazón y le quitamos las vísceras.
- Troceamos la carne blanca de las navajas y reservamos.
- Vamos a escaldar ahora, en la misma agua donde lo hicimos con las navajas, unos trozos de puerro y unas láminas de calabacín.
- Picamos el tomillo limonero y el tomate seco.
- A las navajas troceadas le añadimos el tomillo y el tomate picados y unas cuantas gotas de zumo de naranja.
- Incorporamos ahora el puerro escaldado y aliñamos toda la mezcla con aceite de oliva y unas gotas de zumo de limón.
- En el plato o pizarra donde vayamos a emplatar, extendemos una lámina de calabacín y encima de ella colocaremos nuestro tartar de navajas.
- Por último, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
Sugerencia: Hay quien decide utilizar la concha de las navajas como «plato» para servir el tartar. Es una buena idea si va a ser un aperitivo.