La tradicional receta de tartar de buey difiere de la del steak tartar de ternera únicamente en la carne utilizada. Por lo demás se pueden aplicar los mismos ingredientes y seguir paso a paso idéntica preparación.
Pero si quieres hacer una variante «minimalista» pero potente del clásico tartar de buey, aquí va una propuesta que prima por encima de todo el sabor de esta carne de alto valor en proteínas, minerales y vitaminas B. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
Ingredientes para preparar un buen tartar de buey
Las cantidades de esta receta de tartar de buey son para dos personas:
- Solomillo o lomo alto de buey: 200 gramos
- Mostaza a la antigua o en grano: 8 gramos o una cucharadita
- Cebolla tierna: 20-25 gramos
- Alcaparras: 6-8 gramos o una cucharadita pequeña
- Aceite de oliva virgen extra: 15 gramos o una cucharada sopera
- Aceite de oliva suave (o en su defecto de girasol): 15 gramos o una cucharada sopera
- Yema de huevo: 1
- Salsa Worcestershire (Perrins)
- Salsa Tabasco
- Sal y pimienta negra molida
Cómo hacer un tartar de buey clásico paso a paso
- Picamos la carne a cuchillo en daditos, quitando los trozos grande de grasa. Hay que tener claro que esta carne presenta más grasa infiltrada que la de ternera, lo que hará que el resultado en boca sea distinto.
- Salpimentamos la carne trinchada y le añadimos la cebollita y las alcaparras (hay quien opta por pepinillos en su lugar), ambas picadas.
- Incorporamos a la mezcla la mostaza y los aceites y lo removemos todo junto en el bol.
- Echamos la yema de huevo y la integramos con un tenedor o cuchara poco a poco, con movimientos lentos.
- Por último, aderezamos todo con unas gotitas de la salsa inglesa Perrins y Tabasco al gusto.
- Ya sólo quedaría decidir cómo vas a emplatar esta delicia y si la vas a acompañar con alguna guarnición.
Un consejo. Si piensas cocinar esta receta de tartar de buey para una comida o una cena, puedes preparar con antelación los ingredientes, pero no los mezcles con la carne, ya que los ácidos del aliño harán que el rojo de la carne se convierta en un gris que no se «come» bien por los ojos.
Foto: Restaurante Carta de Ajuste (Oviedo)