El tartar de salmón ocupa, junto al steak tartar de ternera y el tartar de atún, el podio de los tartares más populares y también de los más ricos.
Su ingrediente principal, el salmón, es un pescado que se puede comer crudo y, además, es muy versátil, pues combina muy bien con infinidad de alimentos. Abajo del todo podrás ver distintas recetas, como las del mejor tartar de salmon y aguacate o el tartar de salmón japonés.
Índice de contenidos
- Tartar de salmón fresco o ahumado, la receta clásica más fácil
- Ingredientes para cocinar el mejor tartar de salmón
- Cómo hacer un tartar de salmón
- Ideas y consejos para tu steak tartar de salmón
- Con qué acompañar el tartar
- Vídeo: Cómo preparar un tartar de salmón
- Más recetas de tartar con salmón
- Tartar de salmón con quicos
- Tartar de salmón con mayonesa de wasabi, soja y aguacate
- Tartar de salmón y aguacate
- Tartar de salmón con crema de aguacate
- Tartar de salmón con remolacha y aguacate
- Tartar de salmón de Juana en Masterchef 8
- Tartar de dos salmones con remolacha y praliné de piñones
- Tartar de salmón con aguacate y mango
- Tartar de salmón de Karlos Arguiñano
El salmón es un pescado azul muy saludable al ser rico en ácidos grasos Omega 3, que ayuda a prevenir el colesterol, y nos aporta también proteínas y vitaminas.
En el tartar de salmón clásico se presenta fresco y marinado, por lo que resulta un plato muy sabroso y saludable. En boca es un masaje suave para tu palador. También puedes hacerlo con salmón ahumado, pero te quedará más rico con el salmón fresco.
Tartar de salmón fresco o ahumado, la receta clásica más fácil
Preparar la receta clásica del tartar de salmón no tiene secretos. Es fácil y la elaboración apenas te llevará un cuarto de hora.
Además, es una preparación tan ligera que puedes añadir o cambiar a tu gusto algunos de los ingredientes. En este caso vamos a cocinar un tartar de salmón fresco sin aguacate, uno de sus más habituales parejas de baile.
Aquellas personas que tengan prejuicios contra los alimentos crudos, que no se preocupen porque realmente se «cocinan» al mezclarse con productos ácidos.
Eso sí, deberás congelar el salmón al menos 48 horas para evitar el anisakis, salvo que en tu pescadería de confianza te digan que viene de piscifactoría, en cuyo caso te puedes ahorrar la congelación.
De todas formas, ésta tiene una ventaja añadida: durante el proceso de descongelado te será más fácil cortarlo.
Ingredientes para cocinar el mejor tartar de salmón
Como siempre, en esta receta original y sencilla proporcionamos las cantidades recomendadas para cuatro comensales. Solo tendrás que aumentar o reducirlas proporcionalmente en caso de tener más o menos invitados:
- Salmón fresco o ahumado: 450 gramos de filete
- Cebolla tierna: 1
- Cebollino: 1 manojo
- Salsa de soja: al gusto
- Aceite de sésamo: al gusto
Cómo hacer un tartar de salmón
- Con un cuchillo bien afilado quitamos la piel y las espinas al salmón y lo cortamos en dados pequeños, pero no diminutos. Una medida estándar de cada trocito sería 1 centímetro aproximadamente. La idea es que no quede triturado. Lo reservamos en un recipiente lo suficientemente hondo como para poder incorporar luego otros ingredientes para macerarlo.
- Pelamos la cebolla y la cortamos en brunoise; picamos también el cebollino y añadimos ambos al bol donde teníamos el salmón fresco ya cortado.
- Lo mezclamos todo y añadimos salsa de soja y aceite de sésamo al gusto. Cuidado con el punto de sal. Ten en cuenta de antemano si tus invitados son más o menos «salerosos».
- Tapamos el bol con papel film y lo dejamos macerar una media hora en la nevera.
- Con un molde ligeramente engrasado con aceite emplatamos nuestro tartar, con cuidado para que no se desmorone, que por los ojos también se come.
Ideas y consejos para tu steak tartar de salmón
Hemos visto la receta más simple. A partir de ahí puedes «inventar». Da rienda suelta a tu imaginación y piensa qué ingredientes podrías añadir o cambiar para darle algo más de «rock and roll» a tu plato.
Por ejemplo, puedes sustituir la salsa de soja por el zumo de un limón mezclado con un poco de la ralladura de su piel. O usar mostaza de Dijon, salsa Perrins o guacamole. ¡El salmón se lleva bien con casi todo!
Si no tienes a mano aceite de sésamo, el aceite de oliva virgen extra te valdrá perfectamente.
También puedes cambiar el cebollino por una ornamentación final con hojitas de eneldo, cilantro o perejil.
Si a tus amigos o familiares les va el picante, sería buena idea meter en la ecuación un poco de wasabi en pasta, o quizá unas gotitas de tabasco.
También puede complementar bien a este tartar la incorporación a la mezcla de unas huevas de arenque, unos piñoncitos, unos pepinillos o alcaparras cortados muy finos, o sumar un poquito de pimienta blanca o negra al aliño. ¡Hay cientos de posibilidades!
Con qué acompañar el tartar
Si quieres que tu plato lleve acompañamiento, una propuesta interesante de guarnición sería una ensalada de brotes, un poco de arroz o unas pequeñas tostas de pan crujiente.
Una original presentación, que puedes ver en la foto superior, es cortar finas láminas de calabacín a modo de alfombra sobre la que «sentar» nuestros tartares de salmón.
Un último consejo. Mucha gente se pregunta cuánto dura un tartar de salmón en la nevera. En este caso, al no llevar aguacate, que se oxida rápidamente, el aspecto de tu tartar mantendrá el tipo mejor, pero lo ideal es que no pase mucho tiempo entre su preparación y su consumo. Si puede ser al momento, mejor que mejor.
Vídeo: Cómo preparar un tartar de salmón
Ahora que ya has visto las inmensas opciones que da esta elaboración, en este vídeo puedes ver cómo se prepara una receta de tartar de salmón con algunas de las variantes que te hemos sugerido. ¡Pruébala o inspírate para hacer la tuya!
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